El colegio no es perfecto, pero definitivamente excelente. Gran equilibrio entre amor y disciplina con los estudiantes, y énfasis en la vida personal con Dios de cada uno de ellos.
Hay ambiente familiar y espiritual. Se enfoca bastante en el bilingüismo y en llevar a los chicos a estar a la vangauardia en el liderazgo cultural pero con argumentos cristianos sólidos.