Nos sentimos felices, tranquilos y orgullosos de que nuestro hijo haga parte de la maravillosa familia Stanford. Un lugar mágico, con personal idóneo en cada perfil, instalaciones de ensueño, y el cariño y amor que se percibe en cada rincón. No nos queda más que darles las gracias por el maravill
Buen colegio buena educación la moral que enseñan allí es súper buena Yo fui estudiante salí de allí en el 86 y hoy en día veo los valores tan buenos que hay en el colegio excelente no hay más que decir excelente