Nos sentimos felices, tranquilos y orgullosos de que nuestro hijo haga parte de la maravillosa familia Stanford. Un lugar mágico, con personal idóneo en cada perfil, instalaciones de ensueño, y el cariño y amor que se percibe en cada rincón. No nos queda más que darles las gracias por el maravill
La verdad el rector entra a los salones como se le da la gana y pues viejo pecueca tiene como 9 camionetas y 8 taxis y 2 sedes,1,600,000,000 eso es todo lo que usted gana y es todo cacorro y tacaño