Malo, no hay instalaciones acordes, tejado que se le puede caer a los niños, conviven con perros ya que se turnan para entrar a la cancha " o perros o niños", no existe clase de sexualidad donde es obligatoria, por ley, no hay equidad, existe discriminación, y matoneo, niñas embarazadas desescolariz
Sentimos que al escoger el Jardín Stanford como primera institución educativa para nuestro hijo, fue una de las mejores elecciones de nuestra vida. Nos sentimos tranquilos al ver el profesionalismo con el que se desempeñan todos los trabajadores del jardín y con el amor y dedicación que le entregan