El GLP ha llenado las expectativas que buscábamos para la educación de nuestros hijos; está basada en valores, tanto académicos como morales, se evidencia la responsabilidad, el compromiso de los docentes, su preparación como formadores de la nueva generación.
El servicio de orientación es el peor, no hay una estructura pedagógica eficaz, por ello el mal manejo ante los jóvenes es deficiente, sumado al proceso convivencial es pobre en argumentos y realismo social que formen una sana convivencia, muchos se orientan más por el tener económico o una posición "social" de los alumnos y sus familias, que realmente en el foco de las situaciones estudiantiles.