Estoy muy agradecido por la manera en que mi hija Salma ha crecido espiritual y académicamente. Bendigo a las personas involucradas en este notable crecimiento y adaptación.
La visión cristiana es excelente. Los estudiantes, en el proceso educativo, conocen y entienden la Palabra de Dios, se edifican con valores y con un desarrollo académico excepcional. Los profesores tienen excelente calidad humana, saben tratar a los niños con amor y disciplina. Existe una estructura