El año pasado con nuestro hijo mayor (Emilio) tuvimos una experiencia satisfactoria, feliz y provechosa en el fortalecimiento de las inteligencias y habilidades de nuestro hijo, inicialmente con Emmanuel pensamos en no ingresarlo aún al jardín porque creíamos que estaba muy pequeño y seguramente iba
es un colegio donde les enseñan a nuestras hijas valores, las llenan de conocimientos cada día mas, donde sus docentes son excelentes y la rectora impone disciplina