Como lo dice el slogan, es un colegio para la vida. Le agradezco infinitamente a mis papas por haber escogido al gimnasio los andes, el lugar donde me forme, conocí a mis mejores amigos, y donde cree miles de recuerdos.
Es una bendición tener a una de nuestras hijas estudiando aquí sino ya haber visto graduada a nuestra otra hija y ver la formación que nuestro Padre a través del cuerpo de profesores y personal administrativo han hecho en ellas que es de testimonio a otros jóvenes y niños. Dios continué haciendo la