No respetan a los alumnos, no los dejan jugar ni correr, tienen laboratorios y no los usan, no tiene zonas verdes, ni una matica, los niños no pueden usar balones, no tienen clase de arte ni teatro ninguna lúdica que sirva para el desarrollo de los niños, los niños son tratados como robots y si no alcanzan los estándares son expulsados sin contemplación.
Mi hija lleva 9 años en el colegio y Bethshalom ha sido una bendición para ella y para nosotros, no solo por su excelente formación académica, sino por el alto valor humano y espiritual en el que se desarrolla todo, contando siempre con la guía del Espíritu Santo. Mi hija ama su colegio y eso lo dic