Es un colegio de muy mala calidad, no ofrece los elementos necesarios para afrontar la vida universitaria de manera solícita y la calidad del profesorado es pésima.
Doy gracias a Dios; por el Gimnasio Campestre Beth Shalom. Es una bendición trabajar y ser madre de familia de este lugar. Casa de Paz. Felicitaciones por sus logros.