El Rector trata de hacer lo mejor, pero los profesores al final del año, pasan por igual a los que han llevado excelentes notas, que a los que van muy mal y sus compotamientos siempre han sido malos o groceros.
Bethshalom ha sido una gran bendición para la vida de mi hijo, no solo por su excelente nivel académico sino por su acompañamiento en la formación espiritual.